Noviembre y nuestra mortalidad

Noviembre nos recuerda nuestra propia mortalidad. Y no nos gusta pensar en ello. tratamos de evitarlo, pero es saludable para nosotros espiritualmente recordar que hay algo más para nosotros como personas de fé. Como el cuadro que está detrás de mí, un día todos nosotros iremos al Señor. ¿Estamos preparados para ello? ¿Estamos logrando ó esforzándonos ó al menos buscando esa santidad de ser santo? La fiesta de Todos los Santos no es para celebrar a los santos en el cielo. Ellos no necesitan nuestra adulación ni que los recordemos. Están con Dios. Es para nosotros. Es un recordatorio de que el día de nuestro bautismo fuimos llamados a ocupar nuestro lugar en la comunidad de los santos. No estamos llamados sólo a ser mediocres. Estamos llamados a ser santos. Y creo que es una llamada que a menudo olvidamos. Esperemos que Noviembre sea un recordatorio que debemos dedicar tanto tiempo y energía a prepararnos para la vida futura como para la que estamos viviendo ahora.